Un repaso al sello VERTIGO (IV): Conclusiones
Pese a lo que una lectura superficial pueda suponer, la relevancia de la línea Vertigo en el devenir del cómic norteamericano desde la década de los 90 hasta la actualidad ha llegado mucho más lejos de lo que sus propios creadores podían imaginar en un principio. Más allá del uso de un lenguaje sucio en los diálogos o de la conversión de los héroes en antihéroes, la influencia de Vertigo se ha hecho notar en la inclusión en los cómics de una serie de cuestiones, de temas universales, tradicionalmente vetados en los productos llegados desde el otro lado del Atlántico. Asuntos como la crítica social y política, la relaciones sentimentales y sexuales desde un punto de vista reflexivo y serio o el uso de una violencia esperpéntica como denuncia precisamente de la violencia real, se han ido introduciendo de forma gradual e incisiva en la historietas estadounidenses de las grandes compañías mainstream. No cabe ninguna duda de que la Marvel de Joe Quesada, con los subsellos Marvel Knights y MAX o con la nueva dirección tomada en algunas de las series más emblemáticas de la editorial, no habría sido posible sin la andadura previa de Vertigo.
En cualquier caso, no son esas las mayores virtudes del sello. La mayor cualidad de la que pueden jactarse la mayoría de los proyectos integrados en Vertigo es no haberse estancado en su propia grandeza, o lo que es lo mismo, unas ideas han ido sustituyendo a otras muy diferentes a lo largo de los años, perpetuando una reputación de calidad e innovación que ha caracterizado a dichas propuestas desde el principio. Cuando la creatividad parecía agotarse tras el final de The Sandman, aparecía un proyecto tan distante a la obra de Gaiman como Predicador, y cuando el sarcástico estilo de Ennis, Ellis y compañía parecía extenderse por todas las series, surgía una sobresaliente regeneración del género negro gracias al talento de Azzarello o Brubaker, y así sucesivamente. Es, por ello, digno de admiración que la continuidad de una línea como esta se encuentre prácticamente asegurada a pesar de los desiguales resultados económicos de las diferentes propuestas. No nos engañemos, DC Comics no es una ONG y su objetivo básico es la rentabilidad de sus productos (una comercialidad que probablemente se ha resentido en ocasiones debido a la insistente tendencia a la elección de dibujantes más funcionales que vistosos), pero no podemos dejar de descubrirnos ante una forma de trabajar en la que la libertad de los creadores y el respeto a la inteligencia del público son práctica habitual.
En cualquier caso, no son esas las mayores virtudes del sello. La mayor cualidad de la que pueden jactarse la mayoría de los proyectos integrados en Vertigo es no haberse estancado en su propia grandeza, o lo que es lo mismo, unas ideas han ido sustituyendo a otras muy diferentes a lo largo de los años, perpetuando una reputación de calidad e innovación que ha caracterizado a dichas propuestas desde el principio. Cuando la creatividad parecía agotarse tras el final de The Sandman, aparecía un proyecto tan distante a la obra de Gaiman como Predicador, y cuando el sarcástico estilo de Ennis, Ellis y compañía parecía extenderse por todas las series, surgía una sobresaliente regeneración del género negro gracias al talento de Azzarello o Brubaker, y así sucesivamente. Es, por ello, digno de admiración que la continuidad de una línea como esta se encuentre prácticamente asegurada a pesar de los desiguales resultados económicos de las diferentes propuestas. No nos engañemos, DC Comics no es una ONG y su objetivo básico es la rentabilidad de sus productos (una comercialidad que probablemente se ha resentido en ocasiones debido a la insistente tendencia a la elección de dibujantes más funcionales que vistosos), pero no podemos dejar de descubrirnos ante una forma de trabajar en la que la libertad de los creadores y el respeto a la inteligencia del público son práctica habitual.
8 comentarios
Civ -
Jackal -
Torpin, me gusta que te guste Brian Vaughan: es un pedazo de guionista. Y Brubaker se sale.
Civ -
Gracias a ti por leerlos, redivivo!
Redivivo -
Trotty -
Por cierto, aunque hables de eso en otro post te lo pregunto aqui, de los spin offs de sandman ni siquiera salvas a lucifer?
torpin -
Civ -
La que sí que dicen que es muuuy buena es Shade, The Changing Man de Milligan y Bachalo, que la sacan para el Saló.
torpin -
Con respecto a Ennis nunca me ha llegado a parecer muy bueno la verdad porque fuera de sus chistes de humor negrisimos y de mala leche, su violencia gratuita y demás. No me parece muy bueno le salió bastante redondo Predicador (que reconozco que tantas atrocidades y aberraciones enganchan). Pero después en mi mas humilde opinión me parece un poco mediocre en las demás cosas que ha hecho. The Pro por ejemplo era infumable. En fin de los demás yo reconozco que ahora estoy capatado por Brubaker y Vaughan. Por cierto la serie de Dead Enders que reconozco que al principio era un poco floja en el último arco argumental que han sacado aquí me encantó, la historia iba congiendo forma, lastima su cancelación.