Decepcionante Sr. Jean
Supongo que cuando se espera mucho de algo, cuando las expectativas son muy altas, es cuando más fácil es llevarse un buen chasco. Las historietas del Sr. Jean, creado por Dupuy y Berberian, traían bajo el brazo excelentes críticas y premios por doquier, más aún si nos referimos a esta cuarta entrega editada por ahora por Norma, Vivamos felices sin parecerlo, ganadora del premio al mejor álbum en el Festival de Angoulême de 1999 y considerada por muchos la mejor entrega de la serie. Sin embargo, yo me he llevado una considerable decepción.
El argumento de este álbum se centra en cómo los personajes han de asimilar las responsabilidades (pareja, trabajo, etc.) que conlleva alcanzar la treintena, aunque ello obligue a renunciar a los sueños de juventud. Desde luego, el tema pinta muy bien y puede dar mucho de sí. Sin embargo, dicho argumento no se aborda con demasiada profundidad, y al terminar el tebeo queda la sensación de haber asistido a unas cuantas anécdotas divertidas que no dejan que la, en teoría, idea principal de la historia se acabe de desarrollar. Es decir, el álbum tiene momentos muy buenos (como la caracterización del niño o las constantes dudas del Sr. Jean respecto a su novia) y otros algo aburridos (la historia-metáfora del cuadro de la sirena se hace a veces algo pesada), pero en general no pasa de ser un tebeo medianamente divertido que no llega a entusiasmar. De hecho, la primera comparación que me vino a la cabeza tras leerlo fue con Los combates cotidianos, el álbum de Larcenet, cuya temática es, en algunos aspectos, muy similar, pero cuya manera de desarrollarla me emocionó y me divirtió muchísimo más.
El argumento de este álbum se centra en cómo los personajes han de asimilar las responsabilidades (pareja, trabajo, etc.) que conlleva alcanzar la treintena, aunque ello obligue a renunciar a los sueños de juventud. Desde luego, el tema pinta muy bien y puede dar mucho de sí. Sin embargo, dicho argumento no se aborda con demasiada profundidad, y al terminar el tebeo queda la sensación de haber asistido a unas cuantas anécdotas divertidas que no dejan que la, en teoría, idea principal de la historia se acabe de desarrollar. Es decir, el álbum tiene momentos muy buenos (como la caracterización del niño o las constantes dudas del Sr. Jean respecto a su novia) y otros algo aburridos (la historia-metáfora del cuadro de la sirena se hace a veces algo pesada), pero en general no pasa de ser un tebeo medianamente divertido que no llega a entusiasmar. De hecho, la primera comparación que me vino a la cabeza tras leerlo fue con Los combates cotidianos, el álbum de Larcenet, cuya temática es, en algunos aspectos, muy similar, pero cuya manera de desarrollarla me emocionó y me divirtió muchísimo más.
5 comentarios
Civ -
JQ -
De todo lo que he leído, lo que más me ha gustado es el "Diario de un álbum" de estos autores. Te lo recomiendo si no lo has leído aún.
D. Julito -
Civ -
Trotty -