No quiero llevar gafas
Lo de la reducción de tamaño de los tebeos viene ya de lejos (ya sabéis la que se armó cuando aparecieron las primeras Bibliotecas Marvel, o más recientemente, tenemos los formatos digest de series como Batman Adventures o las Marvel Age de Panini), pero no es el caso que voy a comentar. En esta ocasión, me quiero referir a dos novedades de Norma para el Saló cuyo tamaño no me gustado nada. Por un lado está el tomo de Concrete: vale que es tamaño comic-book y que no queda tan mal, pero al releer parte de sus historietas seriadas en Cimoc (en tamaño revista), no he podido evitar apreciar la grandiosidad que adquiere este tipo pétreo al aumentar sus viñetas de tamaño. Por otra parte, el nuevo álbum de Petillón, El Archivo Corso, que además de ser enano, tiene un precio más propio de álbum europeo grandote de toda la vida. Supongo que esta reducción progresiva que vamos viendo en muchos cómics intenta acercarlos a los libros (esas cosas sin dibujos) o al formato del manga (esas cosas con dibujos que venden mucho), así que tenemos minitebeos para rato.
4 comentarios
Civ -
nol -
Redivivo -
En fin, que está claro que lo de "el tamaño no importa" en el mundo del comic es un mito.
Anónimo -