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Base Lunar Reloaded

Si no llega a ser por el bueno de Torpin, que me ha despertado del letargo avisándome de que ya se está acabando agosto, no sé cuando hubiera vuelto por aquí. Y es que, a pesar de haber vuelto de vacaciones hace ya bastantes días, he alargado un poco las “vacaciones de internet”, conectándome lo menos posible y generalmente para bajarme alguna cancioncilla. Pero bueno, ya estoy por aquí otra vez, y para comenzar pasaré lista de algunas de las claves de mi verano (por cierto, espero que lo hayáis pasado bien todos, que por lo que he leído echando un vistazo a algunos de vuestros blogs parece ser que sí).

- Pepa Niebla: A principios de mes tuve la suerte de poder leer (devorar) este libro de Torcuato Luca de Tena. Es curioso, ya que en principio, el libro lo cogí en un rastrillo de intercambio de una biblioteca con objeto de dárselo a un amigo fan acérrimo de Luca de Tena; sin embargo, antes de dárselo lo hojeé y ya no lo pude soltar (ya en el prólogo se le atribuye al protagonista de la novela esta lapidaria frase: “Huyo del mundo porque me da miedo; de las gentes porque me dan asco”). Pues bien, puedo afirmar que si no es el mejor libro que he leído en mi vida, está sin duda entre los cuatro o cinco mejores. La novela es impresionante, engancha desde el principio, te sorprende al final de cada capítulo en una especie de “in crescendo” que parece no tener fin, y, sobre todo, consigue que uno se replantee muchas cosas acerca de los objetivos de nuestra vida, de la integración en la sociedad, de quienes somos realmente... Y además, en cuanto a la descripción y el profundo tratamiento de la juventud, creo que esta novela se pone al nivel de obras maestras como El árbol de la ciencia de Baroja o El Jarama de Sánchez Ferlosio.

- El norte: No puedo evitarlo, me tira mucho el norte de España: su tiempo lluvioso, sus paisajes en los que se mezclan sin complejo playa y montaña, sus gentes, sus pequeños pueblos aún no avasallados por las modernidades de la ciudad... Cada vez que voy para allá, se me renuevan los ánimos (que luego vuelven a decaer al llegar aquí).

- Festejos: Hay una canción de Alpino titulada “Odio las fiestas” cuya letra comienza así: “Odio las fiestas populares / las discotecas y los bares / Y el infierno en la Tierra es para mí / como Sevilla en la feria de abril”. Esto viene a que, pocos días después de llegar, lo primero que se les ocurre a mis amiguetes es que les lleve (ahora que tengo carné me está tocando ser chofer) a las fiestas de una pequeña población madrileña (ya se sabe que agosto es el mes de las fiestas por excelencia), y la verdad es que no acabo entender exactamente la diversión en festejos de este tipo: las verbenas, la orquesta en la plaza, los doscientos mil borrachos, las vaquillas... arg, cada vez me siento más fuera de lugar en esas ocasiones, ¿será que me estoy haciendo viejo?

En fin, ahora a ponerse a estudiar, que me quedan tres asignaturas para acabar la carrera y no sé yo si a este paso terminaré algún día. Y a actualizar el blog con regularidad, como debe ser (me tendréis que soportar de nuevo, ¡bwahahaha!).

2 comentarios

Civ -

Gracias! A ver si tenemos suerte los dos, copón!

torpin -

Bienvenido! je! a mi me queda una pa terminar la carrera a ver si tenemos suerte. Un saludo! y espero que hayas descansao.