El misterioso y desconocido mundo del manga
No sé si os habrá pasado alguna vez, pero cada vez que entro a una librería especializada, y después de hojear y hacerme con las cosas que me interesan, paso por la sección dedicada al manga, me quedo mirando los tropecientos tomos de llamativos colorines, y me pierdo. Me pierdo totalmente. Así que cojo mi 20th Century Boys del mes y me voy antes de que la estantería se caiga y muera aplastado por miles de shonen, shojos, yaois, hentais, seinen y demás.
Es extraño e intrigante la gran variedad y cantidad de mangas que se publican y, al mismo tiempo, la sensación de ser un sector de aficionados apartados del resto. Es difícil ver a un lector habitual de manga echando un vistazo a las novedades americanas o europeas (aunque los hay), al igual que a los que no leemos demasiado manga no nos pueden sacar de Urasawa, Taniguchi, Toriyama, Tezuka y alguno más. La mejor muestra de ello es la gran cantidad de salones y encuentros dedicados al manga y anime que hay por todo el país y que parecen estar al margen de las habituales citas (Barcelona, Madrid, Avilés, La Coruña...) dedicadas al cómic en general.
Y la pregunta es: ¿Qué nos estamos perdiendo? Puede que detrás de tanta clasificación por géneros y de los autores más conocidos haya un montón de buenas historias. Claro, se podría decir que para informarse sobre ello hay revistas de información dedicadas exclusivamente al manga, pero he seguido por breves períodos de tiempo algunas de esas publicaciones (Minami, Dokan, Shirase...) y tienen un nivel de fanzinismo y unos artículos en general tan mal escritos que sólo consiguen echarme para atrás.
Es extraño e intrigante la gran variedad y cantidad de mangas que se publican y, al mismo tiempo, la sensación de ser un sector de aficionados apartados del resto. Es difícil ver a un lector habitual de manga echando un vistazo a las novedades americanas o europeas (aunque los hay), al igual que a los que no leemos demasiado manga no nos pueden sacar de Urasawa, Taniguchi, Toriyama, Tezuka y alguno más. La mejor muestra de ello es la gran cantidad de salones y encuentros dedicados al manga y anime que hay por todo el país y que parecen estar al margen de las habituales citas (Barcelona, Madrid, Avilés, La Coruña...) dedicadas al cómic en general.
Y la pregunta es: ¿Qué nos estamos perdiendo? Puede que detrás de tanta clasificación por géneros y de los autores más conocidos haya un montón de buenas historias. Claro, se podría decir que para informarse sobre ello hay revistas de información dedicadas exclusivamente al manga, pero he seguido por breves períodos de tiempo algunas de esas publicaciones (Minami, Dokan, Shirase...) y tienen un nivel de fanzinismo y unos artículos en general tan mal escritos que sólo consiguen echarme para atrás.
5 comentarios
JQ -
Y te doy la razón con eso de que el europeo es caro, carísimo (como el ejemplo de Larcenet), pero a mí el formato pequeño ese no me gustaba.
Mr. Glasshead -
Gaylofollen -
Ede -
Yo me compraba la Minami hace muchísimo tiempo, pero me cansó que sólo se dedicaran a las cuatro series que le gustan al editor, el tal Lázaro y que el resto se trataran de mierda o peñazos insufribles...
Ah, y no serías el primero que sale de las tiendas temiendo que le agredan los tomitos xD A mí me agreden poniendo caritas de "Cómprameeeee.... cómprameeeeeee" asíque no sé qué es peor, si morir aplastado por ellos en una tienda o morir aplastado por ellos en casa y sin un duro xDDD
Un besazo muy fuerte wapo! Seguiré leyéndote ;-)
Gaylofollen -