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Confesiones imperdonables de un aficionado a los cómics

Hay algunas cosas que un aficionado a los tebeos debería ocultar y disimular ante otros lectores, sin embargo, en un alarde de gallardía e imbecilidad sin límites, yo confesaré lo inconfesable. He aquí algunas de mis tragedias: 

No he ido nunca al Salón del Cómic de Barcelona. 

No tengo ninguna firma ni ningún dibujito de ningún autor famoso. 

No compro merchandising relacionado con los tebeos (mi camiseta de Punisher es regalada). 

Y, lo más vergonzante… ¡Aún no he leído Watchmen!

Strangehaven

Strangehaven

Uno de los cómics que con más ganas espero cada tres o cuatro meses (pues tal es la cadencia de publicación) es, sin duda, Strangehaven, la aún inacabada obra de Gary Spencer Millidge que nos ofrece Planeta en asequibles tomos recopilatorios en B/N y de la que saldrá una nueva entrega en junio bajo el título de “Conspiraciones”. A petición de Javier, hablaré un poco más sobre ella. 

Como ya apunté cuando leí el primer tomo, “Arcadia”, Strangehaven es un pequeño pueblo al que accidentalmente llega nuestro protagonista (o uno de ellos, ya que podríamos decir que es casi una obra coral), un maestro en plena crisis sentimental. Lo extraño viene cuando se da cuenta de que le es imposible salir de allí (todas las carreteras le devuelven siempre al punto de partida) y decide resignarse ante la nueva vida que parece que alguien le esté diseñando a medida (conoce una nueva chica, consigue un nuevo trabajo, traba nuevas amistades... Todo demasiado bonito). A lo largo de ese primer tomo conocimos a muchos de los habitantes de Strangehaven (las relaciones entre ellos son el punto fuerte de este cómic) y nos fuimos percatando de algunos terribles misterios que escondía un lugar tan aparentemente perfecto. En la segunda entrega, “La hermandad”, la trama se complica aún más y las consecuencias de las relaciones entre los mencionados personajes empiezan a salir a la luz. Hay dos momentos en este tomo que me gustaron especialmente: por un lado, la conversación entre Alex Hunter (el protagonista) y el surfista Steve sobre los sentimientos y el sufrimiento por el que se pasa cuando, una vez rota una relación sentimental, te das cuenta de que aún sigues enamorado de esa persona, e intentas que todo vuelva a ser como antes, o que la memoria lo borre y puedas partir de cero, sin conseguirlo jamás, cargando con esa angustia para siempre. El otro gran momento, del que no puedo contar mucho, es en el que Alex vuelve al pueblo tras pasar unos días perdido por el campo. Lo que ve en ese instante no sólo es escalofriante, si no que nos hace replantearnos si todo lo que está ocurriendo y lo que vemos a lo largo de la historia es real o no. En cuanto al dibujo de Millidge (aunque en esta obra la mayor parte del peso la lleva el guión), hay que reconocer que su estilo fotográfico resulta algo estático e inexpresivo en algunas ocasiones, pero no es en ningún caso un mal dibujante.  

Otakus, frikis y otras hierbas

Otakus, frikis y otras hierbas

Una compañera de trabajo me alertaba ya la semana pasada de que se iba a celebrar el 20 de mayo en Madrid un evento llamado Otaku Expression, dedicado a la cara más friki del mundo del manga y el anime, y que si me animaba a ir, ya que ella iba a pasarse por allí con su novio (no creo que yo finalmente vaya, por cierto). Pocos días después, me entero de que el día 25 de mayo hay otra celebración: el Día del Orgullo Friki (nada más y nada menos), más general y dedicada a frikis de todo estilo y condición.

Resulta curioso como el término “friki” ha pasado en unos años de ser algo insultante y tan sólo usado en mundillos muy cerrados, a convertirse en una palabra comodín (y más quemada que hablar de Mazinger Z) que sirve para denominar de forma humorística y casi cariñosa a todo aquel que hace algo un pelín fuera de lo normal. La verdad es que la palabra, y las personas a las que denomina, me produce sensaciones contrapuestas. Por un lado, no me gusta cuando es usada de forma despectiva para reirnos de gente aparentemente asocial u obsesionada por algo. Respeto profundamente a la gente que, por ejemplo, se ha leído 40 veces El Señor de los Anillos (yo ni una) y habla élfico, o a aquellos que se saben de memoria los guiones de la saga de Star Wars, y lo respeto porque me gustan las personas apasionadas por algo (las prefiero a esos seres grises tan abundantes que van del trabajo a la tele y viceversa eternamente y no salen de ahí), y además ¿quién coño soy yo para criticar a alguien por anteponer sus intereses a sus relaciones sociales? Que cada uno haga lo que quiera con su vida. Por otra parte, la palabra friki me resulta simpática, pero me parece un poco absurdo utilizarla de forma tan aleatoria. Es decir, yo leo cómics, ¿es eso un motivo para considerarme friki? Pues no, no me parece algo fuera de lo normal, no sé el número exacto de tebeos de los X-Men que ha guionizado Claremont, no me disfrazo de Batman cuando voy a algún Salón y ni tan siquiera llevo ropa interior con un logotipo de Superman. Sólo leo tebeos.

(En la foto… Pues eso)

Portadas de Planeta

Portadas de Planeta

Ya están disponibles en la web de Planeta muchas de las portadas de las novedades del Saló. Bastante fea la de la serie regular de Superman (aunque efectiva), algo mejor la de la serie de Batman y bonitas también las de los Clásicos DC (aunque con esos precios y a ese tamaño que no cuenten conmigo). Eso sí, yo destaco aquí la de mi “must” particular de este Saló.

Mi selección del Saló (o cómo arruinarse ante la avalancha de novedades)

Mi selección del Saló (o cómo arruinarse ante la avalancha de novedades)

Si hace unos días os comentaba por aquí mis compras mensuales habituales, ahora toca hacer la lista del Saló. Y es que ya se acerca el acontecimiento comiquero del año y, como siempre, el alud de novedades que se avecina me produce una amalgama de sensaciones: entre la emoción e ilusión por leer todo lo que viene y el miedo por dejarme la cartera temblando. En cualquier caso, y a falta de saber lo que lanzarán algunas editoriales como Aleta o Recerca, he aquí mi selección provisional de las novedades del Salón de Barcelona (selección abierta a altas y bajas, dependiendo de cómo esté mi economía de aquí a menos de un mes). Recordad que en La Cárcel de Papel podéis consultar la lista completa y los precios. 

  • ASTIBERRI   

Shenzhen, de Guy Delisle. No me animé con su anterior obra publicada en España, Pyonyang, pero esta me parece, a priori, muy interesante y me gustaría darle una oportunidad. 

  • DOLMEN   

Magic Boy, de James Kochalka. He oído tantas cosas buenas de Kochalka que ya es hora de leer algo suyo. 

  • LA CÚPULA   

Agujero negro, de Burns. Qué decir de este cómic, Burns es siempre una garantía y si esta es su mejor obra… 

¡Oh, genio! El hechizo de Shabbar, de König. Adoro a König tanto como no soporto a la gente que no lee su obra sólo porque está protagonizada por homosexuales. Un poquito de por favor, señores (erm… está frase ya no está de moda, ¿no?).

  • NORMA 

Concrete 1. las profundidades, de Chadwick. Tengo muy buenos recuerdos de este personaje pétreo de cuando aparecía en Cimoc, así que volveré gustosamente a él. 

Transformers: La nueva generación, de Pat Lee y Chris Sarracinni. Sí, amigos, el toque de frikismo no podía faltar. Son cosas de la nostalgia, pasé tantas horas jugando con los Transformers en mi infancia… (y leyendo sus tebeos, y viendo los dibujos, y jugando a que éramos los Dinobots en los recreos…) 

Ex Machina 1. Estado de emergencia, de Vaughan y Harris. Aquí tengo mis dudas, estas series con tan buena reputación me suelen acabar decepcionando. Ya veremos. 

  • PLANETA 

Los muertos vivientes #4: lo que más anhelas, de Kirkman y Adlard.  

Strangehaven 3, de Gary Spencer Millidge. 

El derrotista, de Pekar y Haspiel. Una obra de Pekar, me tiro de cabeza a por ella, sin dudarlo. 

Solo 1, de Tim Sale. Tiene muy buena pinta esta serie de DC en la que autores de prestigio disponen de 48 páginas para ellos solitos. 

Batman 1, varios autores. ¡La serie regular de Batman, por fin! Ya tenía ganas de seguir al detective de una forma periódica y asequible. 

Superman 1, varios autores. ¡La serie regular de Superman, por fin! He leído muy pocos tebeos del primer superhéroe, y ya sé que muchos me recomendarán mejor el Superman de Byrne, pero voy a darle una oportunidad a la serie regular. 

100 Balas 1, de Azarello y Risso. Primera de las series que me perdí por los precios de Norma y que ahora no voy a dejar escapar. 

Predicador 1, de Ennis y Dillon. Esta es la segunda de ellas, además Ennis no me suele decepcionar. 

The Sandman 1, de Gaiman, Kieth y Dringerberg. Tengo bastantes números de la edición de Zinco, pero aún no he leído la serie completa y esta es una buena oportunidad. 

Otras dos novedades de Planeta que me interesan pero de las que quiero informarme algo más antes de tirarme al río (ya que no sé casi nada de ellas), son La Fuente, de Aronosfky y Williams, y  Los detectives muertos, de Jill Thompson. 

  • PANINI 

La Dinastía de M, de Bendis y Coipel. Tan sólo una cosa fuera de lo habitual de Panini, y gracias. Habrá que ver si esta saga es tan importante para el Universo Marvel como dicen. 

Y hasta aquí puedo leer. Esta es mi selección que, a lo tonto, a lo tonto, ronda los 180 euros del ala (uy, uy, uy, ya me veo seleccionando dentro de la propia selección). En cualquier caso, se aceptan y se agradecen otras posibles recomendaciones.

Bajando precios

Bajando precios

Como bien sabemos, la proliferación de pequeñas editoriales en los últimos años ha hecho que tengamos un abanico de novedades cada mes más heterogéneo y abundante de lo que nunca hemos visto en nuestro país. Estas editoriales modestas, algunas más veteranas que otras, no sólo ofrecen la misma calidad (o superior en muchísimos casos) que las grandes en sus ediciones, sino que cada vez están ajustando más sus precios (¿o será que las demás no dejan de subirlos?) para ser realmente competitivas. Ejemplos hay muchos, pero quizá la precursora de esa relación calidad / precio ha sido desde hace muchos años La Cúpula (siempre me he preguntado cómo logran que sus publicaciones sean tan baratas teniendo en cuenta su dimensión como empresa). Pero no están solos, Aleta lleva ya más de un año con su línea Bonelli (100 págs. en B/N por 5 €) y, más recientemente, tenemos la línea económica de Recerca cuyos precios son imbatibles (como G.I. Joe, con 52 págs. a color por tan sólo 3,50 €). Ante esto, parece que hasta compañías de mayor envergadura, como es Norma, han decidido apostar por bajar sus precios (un ejemplo es la línea Wildstorm o la serie de los Transformers que lanzará en junio dicha editorial). Todo esto es algo muy positivo para el lector habitual, que ya tenía ganas de comprobar si la mayor competencia traería bajadas de precios en aras de hacerse con un trozo mayor del mercado. Y, por supuesto, es aún más positivo para el lector ocasional novato en esto de las viñetas, que se caracteriza porque nada le parece barato (ya sabéis, como esa gente que jamás ha comprado un libro o un disco, pero siempre dice que están muy caros).

La Galería de la Base Lunar (2): Laura Pla

La Galería de la Base Lunar (2): Laura Pla

Laura Pla era una majísima lectora del fanzine que me mandaba de vez en cuando algunos de sus dibujos. Su estilo remite claramente al pop dulce y colorido que inundó la música indie española en los alrededores del cambio de siglo, y sus personajes cabezones y de enormes ojos han llegado a aparecer en diseños de chapas y bolsos.

Spiderman 50 (o Panini haciendo lo que debería hacer Planeta)

Spiderman 50 (o Panini haciendo lo que debería hacer Planeta)

Lo que más me ha sorprendido del tomo de Spiderman de este mes no ha sido su anunciado aumento de páginas (celebrando la entrega nº 50) o el ajustadísimo precio, lo más inesperado ha sido un artículo que supone la primera parte de una serie en la que David Hernando nos cuenta la historia de Marvel. Y aunque sea inusual ver a Hernando, principal articulista de la línea DC de Planeta, trabajando para Panini, lo más incomprensible es que en Planeta no les haya dado la gana hacer algo así en sus publicaciones de DC (mucho más necesario que en caso de Marvel, editorial con mayor tradición en España, como ya sabemos). Y es que ya no se puede decir de otra forma, por motivos que aún se me escapan a los editores de Planeta no les da la real gana incluir artículos sobre el universo DC y sus personajes en sus tebeos; saben que la gente lo lleva demandando desde el principio, saben que el lector español medio conoce muy poco sobre DC, saben que después de Zinco muchos desconectamos con esos personajes, pero nada, no hay manera. Por enésima vez, Panini le vuelve a ganar la partida a Planeta, y me jode (con perdón), porque actualmente me gusta mucho más DC que Marvel y quisiera que sus tebeos fueran editados con mayor cariño y cuidado. Luego dirán que la grapa de Planeta está funcionando mal, como si hubieran hecho algo por hacer que funcione bien.

La Galería de la Base Lunar (1): Fritz

La Galería de la Base Lunar (1): Fritz

Mientras que me acostumbro a coger el ritmo de actualización (por ahora estoy en actualizar cada dos días), aprovecho para presentar una nueva sección algo ombliguista: La galería de la Base Lunar. En ella voy a ir colgando dibujos tanto de autores que colaboraron en el fanzine que dio nombre a este blog como de aficionados que simplemente me mandaron generosamente algún dibujo alguna vez. Espero que os guste. 

Empezamos con Fritz (de Barcelona, no confundir con el Fritz andaluz), sin duda el mejor dibujante que pasó por el fanzine. Aunque solía mostrar en sus ilustraciones su interés por lo escabroso y las mutilaciones, también realizaba cómics con un estilo infantil (o naïf, si queréis) que contrastaba con los duros guiones. Este dibujo fue la portada del nº 4 de Base Lunar.

Hell is here (un post sobre no-música en un blog sobre cómics)

Tengo que contarlo, lo siento, pero tengo que contarlo. El pasado viernes acompañé a una amiga a un concierto pomposamente llamado “Los Nº1 de la 100”. Ya sabéis, esa radiofórmula eclesiástica celebraba sus grandes éxitos invitando a tocar a los grupos de moda para quinceañeros y ya de paso se autopublicitaba a costa del apoyo del Ayuntamiento de Madrid.

La cosa comenzó con ese tipo que se cree gracioso y que no tiene gracia alguna conocido como El Pulpo: canciones ridículas, bailes absurdos y publicidad, mucha publicidad (daba miedo ver a miles de personas coreando eslóganes publicitarios como si les fuera la vida en ello, fue un auténtico momento George A. Romero). A continuación salió la primera “estrella”, Huecco, ese tipo que aprovechando la moda del reaggetón se ha inventado una parida llamada rumbatón y que es más de lo mismo pero da más grima (¿me explico?). Lo alucinante es que tocó dos (DOS) canciones y se largó. Esa fue la tónica de toda la noche, cada grupo tocaba dos de sus horribles canciones y entre uno y otro El Pulpo amenizaba la velada repitiendo una y otra vez las mismas chorradas. La lista fue delirante: un Melendi haciendo imitaciones del Neng entre canción y canción, unos Cómplices viejunos y apagados y una Chenoa (sí, la de OT) lanzando ridículas puyas a la organización. Eso sí, reconozco que hubo dos actuaciones normales (es decir, con más de dos canciones y sin chorradas de por medio): la de Rosario (sí, amigos, no es que me gustara, pero al menos llevaba una banda decente en directo y le puso ganas) y la de Coti (buena banda de nuevo, pero un aburridísimo repertorio de rock argentino a lo Ariel Rot trasnochado). En cualquier caso, lo que más me indignó fue el olor a negocio que había allí, la música como un simple medio para ganar dinero era lo que transmitían los presentadores del evento, y es que soy un ingenuo.

A ver si alguien me consigue invitaciones para el Summercase y al menos veo la decadencia de los abueletes de New Order, cuyas canciones seguirán siendo inmensas por los tiempos de los tiempos (Amén).

La bolsa de la compra

La bolsa de la compra

Reconozco que, quizá pecando de curiosidad, una de las cosas que más me gusta leer en foros y blogs es la lista de colecciones que cada uno sigue. Supongo que es una forma de contrastar intereses y opiniones y de saber si coincides o no con otra gente en tus preferencias. Por ello, yo mismo también disfruto haciendo mi “lista de la compra” y señalando las altas y bajas que se van dando. Toda esta parrafada es sólo para justificar lo que ya es un clásico en muchos blogs: la lista de series regulares que conforma mis compras mensuales actualmente. Vamos allá. 

Spiderman. Es de esos cómics que uno ya lee por costumbre más que por disfrute. Hace ya bastantes meses que los guiones de Straczinski bordean la mediocridad y, sobre todo, el aburrimiento extremo, tan sólo nos queda esperar que la inclusión en el tomito de Marvel Knights: Spiderman suba un poco el nivel. 

Daredevil. No me ha gustado nada la renumeración de la colección por parte de Panini, y menos aún el complementarla con la espantosa miniserie de Quesada, pero, en fin, todo sea por Bendis.

Capitán América. Hay que reconocer que Brubaker lo está haciendo muy bien, mantiene la tensión y hace creíble a un personaje cuyo nombre aún nos puede sonar hasta ridículo, y qué decir del dibujo de Epting, un auténtico espectáculo. 

Los Nuevos Vengadores. Ya dije que, pese a todo lo que se ha dicho de Bendis, disfruto con esta serie, así que poco más que añadir. 

Jóvenes Titanes. Entramos ya en DC, y es que, pese a las mil y una tropelías que está cometiendo Planeta con sus ediciones, mi tendencia clara es a leer cada vez más de la editorial de Superman. Si algo tienen en común todas las series de DC que se están publicando actualmente en España, son los tremendos cliffhangers (toma anglicismo) con los que suele acabar cada número. La serie de los Titanes no es una excepción y cada entrega te deja con ganas de saber qué pasará a continuación. Además, Geoff Johns domina a la perfección la interrelación entre personajes y el dibujo de McKone es más que correcto, con lo que tenemos uno de los tebeos de superhéroes más entretenidos y ágiles de los que se publican en la actualidad. 

Outsiders. Algo más floja que la anterior, pero con algunos buenos momentos que ya quisieran muchas series. Me ha gustado especialmente el subargumento de Metarmorfo que se acaba de resolver. 

Flash. De nuevo Johns y de nuevo una colección adictiva y sorprendente a cada entrega. Una serie de las que me recuerdan por qué echaba tanto de menos los cómics de DC. 

Wonder Woman. Rucka me está desconcertando un poco en esta serie, se alternan las ideas interesantes (ese debate en televisión sobre el libro de Diana, los argumentos que expone Ares…) con momentos ciertamente aburridos, y uno no sabe muy bien hacia donde va todo esto. 

Hellblazer. Sigo tanto los tomos recopilatorios de material reciente como la reedición mensual de la serie desde el primer número, y ambas son una gozada, aunque es cierto que es más emocionante ver como Delano desarrolla a Constantine desde el principio.  

20th Century Boys. Qué decir del mejor tebeo japonés de los últimos tiempos. Según algunos, Urasawa esta alargando demasiado la historia, pero yo ya no puedo desengancharme. Imprescindible. 

Faltan en esta lista tomos de periodicidad más espaciada en el tiempo pero igualmente apasionantes, como el Animal Man de Delano, Los Muertos Vivientes de Kirkman (¡qué bueno es!) o mi queridísima Strangehaven de Millidge, y también faltan las compras de las editoriales pequeñas (La Cúpula, Recerca, Dolmen…) de las que siempre suele caer algo, pero, como se suele decir, esa es otra historia. 

El futuro 

El futuro son algunas series a las que tengo muchas ganas desde hace tiempo y que por fin voy a poder seguir con normalidad, y casualmente son todas de DC. Estoy hablando de las series regulares de Batman y Superman y de las reediciones de Sandman, Predicador y 100 Balas, pero se aceptan más sugerencias y recomendaciones de todo lo que está por venir.  

3, 2, 1... Vuelta a empezar

3, 2, 1... Vuelta a empezar

Efectivamente, por fin puedo volver a poner en marcha el blog con normalidad. Han sido muchos meses de sequía, pero tampoco hay que tomárselo muy a pecho, es posible vivir sin tener un blog, os lo aseguro (lo digo sobre todo tras leer las mini entrevistas a algunos bloggers que aparecen en el diario 20 Minutos, donde se dan tanta importancia a sí mismos y a lo que escriben que provocan bastante ascopena). Bueno, vaya forma de empezar mascando infierno. Seré positivo y miraré el lado bueno: todos los que habéis seguido pasando por aquí y dejando algún comentario de vez en cuando a pesar de las poquísimas actualizaciones, saludos para vosotros. Ahora me toca también a mí pasar por todos esos blogs que tanto me gustan y recuperar el tiempo perdido (lo que no va a ser fácil, acabo de echar un vistazo rápido a algunos y habéis escrito como posesos, arf). En fin, que nos vemos por aquí y por allí y a ver si nos toca a todos la quiniela.

(En la foto, técnicos de Teléfonica reparando desaguisados)

La BASE LUNAR volverá a estar en funcionamiento en breve

Pues eso, que dentro de poquito (la semana que viene, probablemente) volveré a actualizar con normalidad, aunque a estas alturas ya no se lo crea nadie, jeje.

Cajón de sastre (E.E.U.U., Tebeosfera, Marvel Team-Up...)

Bueno, la cosa sigue como siempre, y Telefónica a lo suyo... Lo que me más me toca las narices no es tanto no poder actualizar como no poder leer toda esta lista de blogs que tenéis a la izquierda. En fin, seguiremos a la espera. Aquí dejo algunas cosillas.

GOD BLESS AMERICA

Una de las cosas que más me llamó la atención en las escasas incursiones en la red de las que gozo últimamente, fue una discusión que se desarrolló en el siempre interesante foro de DC alojado en Dreamers. En ella, y si mal no recuerdo a raíz de los cómics en los que Frank Miller va a enfrentar a Batman con Bin Laden, alguien usaba el tan socorrido y extendido recurso de criticar a los norteamericanos por imperialistas, fascistas, ultracapitalistas y todas las palabras con connotaciones negativas acabadas en –istas que os podáis imaginar.

Esta tan arraigada tradición española de considerar a los estadounidenses un atajo de ignorantes incapaces de saber situar nuestra nación (la española, que no la catalana, si es que ésta es una nación, ¿han decidido ya cómo tenemos que llamarla?) en un mapa (como si les importara dónde está nuestra gallarda piel de toro, como si nosotros supiéramos situar un solo estado norteamericano), esta costumbre, como digo, se suele llevar a todo tipo de campos, culturales, sociales y políticos, con el único resultado, supongo, de acrecentar un poco el desvalido ego nacional (o plurinacional, ya se sabe) del que raramente podemos hacer gala. Es decir, que el cine americano es una mierda, que los tebeos americanos son basura mainstream y que los yanquis en general son unos catetos que no ven más allá de sus granjas de Texas.

Pues no. Me niego. Creo que los Estados Unidos de América tienen, en todos los campos, tantas luces y sombras como pueda tener cualquier país europeo. Más aún, creo que, como bien se comentó en el mencionado foro, tienen mayor capacidad para la autocrítica y una total libertad de expresión para ella. Y además, qué diablos, si echo un vistazo a la película que más me ha gustado en los últimos tiempos (American Splendor), al libro que estoy leyendo ahora mismo (La noche del oráculo de Paul Auster) o al, en mi opinión, mejor cómic del año pasado (Rubia de verano de Tomine), resulta que todos provienen de Norteamérica. Así que quedaos con vuestros prejuicios progres los que los tengáis, que yo seguiré alimentando al hermano americano.

TEBEOSFERA

Debo reconocer que leer sobre cómics me gusta tanto como leer los propios cómics. Por ello, tenía muchas ganas de hacerme con Tebeosfera, una largamente retrasada recopilación con algunos de los artículos aparecidos en el primer año de vida de la web del mismo nombre (más algunos inéditos). Además, que sí, que Internet es la repanocha y todo lo que queráis, pero a la hora de leer escritos más o menos largos, donde esté un libro de toda la vida, que se quite una pantalla luminosa. El responsable de tan admirable proyecto, Manuel Barrero, reúne en este volumen numerosos textos organizados en tres bloques (cómic español, norteamericano y argentino) y firmados por expertos de la talla de Antonio Martín o el propio Barrero. La pega, siempre hay alguna, es que se echa en falta un corrector ortográfico y de estilo, pero en cualquier caso, no deja de ser una lectura recomendabilísima para los aficionados a la historieta.

MARVEL TEAM-UP

No tenía intención de seguir esta serie que lanzó en enero Panini (más que nada por lo precario de mi economía actual), pero la colorida Marvel de los 70 tira mucho y no he podido evitar caer en sus redes. En ella podemos disfrutar de Spiderman acompañado por un héroe Marvel diferente en cada entrega, en unas historias sencillas y entretenidas con inconfundible sabor a superhéroes de toda la vida. De acuerdo, puede que no sea más que un deseo de volver a la infancia, de experimentar las mismas sensaciones que cuando cogimos un tebeo de superhéroes por primera vez, pero no he podido resistirme.

Mi biblioteca: un pequeño avance

Si hay algo que envidio de no vivir en la ciudad, son las excelentes bibliotecas que hay en el centro: con las últimas novedades literarias, autores de todo tipo, cómics a granel, dvds, cds... En las bibliotecas de los pueblos no suele pasar nada parecido, por ello ha sido toda una sorpresa encontrar una sección de cómics en ella por primera vez. La cantidad para empezar es muy escasa (tres obras), pero la elección es muy acertada: Blankets de Craig Thompson, Madre, vuelve a casa de Paul H. (jeje, escribo de memoria y soy incapaz de escribir bien su apellido; por cierto, me ha dejado más frío de lo que esperaba, emociona pero no llega a calar) y El olmo del caúcaso de Taniguchi. Esperemos que sólo sea el principio.

¿Os he hablado alguna vez de Wendy & Rita?

¿Os he hablado alguna vez de Wendy & Rita?

Me ha mandado un mail la directora de la revista Wendy & Rita para comunicarme que empiezan una nueva etapa. Los habituales recordaréis todo lo que se habló por aquí de dicha publicación. Desgraciadamente, últimamente no tengo tiempo para ir a Elektra a comprar cómics y no me puedo hacer con la revista (y así poder criticarla... O alabarla, por supuesto :)). En cualquier caso, doy noticia de esta nueva etapa y si alguien la consigue que comente por aquí qué tal está.

Bendis sigue molando

Bendis sigue molando

Que sí, que tras tres números me sigue gustando la serie de Los Nuevos Vengadores. Que no es tan lenta, copón.

Jorge Riera no es ni normal

Jorge Riera no es ni normal

En el post anterior ha dejado un comentario nada más y nada menos que Jorge Riera. Soy fan de todo lo que hace Riera desde mis tiempos de instituto, desde sus descacharrantes artículos en Kabuki o sus tebeos enfermos de aquel Teniente Fistfucking. Hasta copiaba expresiones tan suyas como "esto no es ni normal". Luego le perdí la pista (estuvo trabajando en la tele, creo), pero más tarde descubrí su blog (que luego olvidé). Es todo un honor que el señor Riera se pase por este blog y nos recuerde la dirección de su espacio de visita obligada: http://www.putokrio.com/ 

IPOP (insisto, IPOP)

IPOP (insisto, IPOP)

Me ha llegado que la audiencia del nuevo programa musical de La 2 dirigido por Ordovás (con esa preciosa presentación de Miguel Ángel Martín) no ha sido la que se esperaba. Con ello se confirma algo que todos nos olíamos desde hace tiempo: los que tienen audímetros son gilipollas. En cualquier caso, recomiendo de nuevo el programa por si aún alguien no se ha enterado: de lunes a viernes a las 20:00 horas en La 2 (aunque esta semana sólo lo echarán el viernes, por el dichoso deporte). A no perdérselo, tunantes. 

Phoebe Gloeckner y el Príncipe Valiente

Phoebe Gloeckner y el Príncipe Valiente

Acongojado me he quedado tras la lectura de Vida de una niña de Phoebe Gloeckner, recién publicado por La Cúpula. No sólo por su absoluto dominio del dibujo (se dedica profesionalmente a la ilustración médica, y eso se nota en su dominio de la anatomía humana), sino, sobre todo, por los escalofriantes episodios autobiográficos que nos relata. Los abusos de su padrastro escocés y la confusión que provocan en ella (que no sabe si es bueno o malo, o si quiere o no a su padre) me han dejado helado y admirado al ver cómo, a pesar de todo, la protagonista ha salido adelante.

No menos asombrado me he quedado al comenzar la lectura del clásico Príncipe Valiente. Debo confesar que temía que su lectura me resultara aburrida dada su antigüedad y la forma de narrar (sin bocadillos), pero nada que ver con la realidad. Es emocionante, adictivo y parece mentira que esté realizado en 1937. Y el dibujo de Foster, bueno, no hay palabras, debería haberse publicado en álbumes gigantes para poder apreciarlo mejor. Aún así, no está nada mal la edición de Planeta.