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Lo que no me gusta de Joss Whedon

Lo que no me gusta de Joss Whedon

Acabo de ver Serenity y definitivamente tengo un problema con Whedon. Y eso que le he dado muchas oportunidades: me tragué todas las temporadas de Buffy, me leí su primer arco argumental en Astonishing X-Men y, finalmente, he visto su salto a la gran pantalla, pero nada, no me convence. Admito que es capaz de darnos muy buenos momentos en todas sus creaciones, desde el final de Serenity hasta algunos capítulos antológicos de la cazavampiros, pasando por cierta resurrección en la serie de los mutantes. Sin embargo, sus personajes siempre me parecen fríos, no me emocionan, sus historias me aburren en muchos momentos (demasiados) y, además, siempre tengo la sensación de que estoy asistiendo a un enorme pastiche de las abundantes influencias que Whedon no esconde. Diálogos forzados, poco sentido del dramatismo y tramas alargadas en exceso serían otros de los aspectos que no me gustan de Whedon. Y, por supuesto, menos aún entiendo que se le haya glorificado de manera tan unánime.

Un par de cosas

Post multidisciplinar (vamos, en el que hablar un poco de todo y de nada al mismo tiempo). Empezaré por al lectura del primer número de la nueva edición de Predicador, que ha sido toda una gozada. Llevaba mucho tiempo esperando poder leer esta serie, y no me ha defraudado en absoluto. Éste es el Ennis que me gusta, brutal, divertidísimo y con unos diálogos insuperables, y junto a él otra apuesta segura: Steve Dillon, uno de los dibujantes más personales y constantes del mainstream. 

Por otra parte, no puedo evitar mencionar que he ganado un concurso de cómics. Sí, yo, que dibujo como si sujetara el lápiz con las orejas, he ganado en una de las categorías de un concurso de cómics organizado por un centro dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Y no, no voy a colgarlo aquí, que ya oigo las risillas de fondo. Eso sí, los 150 eurillos del premio no hacen mal a nadie.

Little Nemo´s Kat, un blog muy prometedor

Little Nemo´s Kat, un blog muy prometedor

¿Prometedor? Nada de eso, una auténtica maravilla. Me estoy refiriendo a Little Nemo´s Kat, un blog que, si bien no llega aún ni al mes de vida, tiene una pinta excelente, tanto en la forma (está muy bien escrito) como en el fondo. En las pocas entradas que lleva publicadas, me ha hecho descubrir a un autor tan peculiar como Fred Schrier, he disfrutado dos espléndidos artículos sobre Chris Ware y Jason Little y, además, nos ha ofrecido la mejor reseña de 20th Century Boys que he leído hasta el momento. Visita obligada.

Es un pájaro...

Es un pájaro...

No era una de mis compras previstas de las novedades del Saló, pero las buenas críticas que precedían a esta obra y la buena impresión que me dio al hojearla me convencieron para hacerme con ella (y el precio también influyó, claro. Y es que qué buena relación calidad - precio ofrece Planeta cuando le da la gana). He aprovechado la mañana de sábado para leerla y estoy entusiasmado. Usando a Superman (o más bien al icono de Superman, a lo que representa) como hilo argumental, Steven T. Seagle nos ofrece una historia que no sé hasta que punto será autobiográfica, pero que, en cualquier caso, funciona y emociona sobremanera (hasta el punto de hacerme derramar alguna lágrima en ciertos momentos). Seagle no sólo reflexiona sobre la enfermedad, la relación de pareja o la familia, sino que, en un juego casi metaliterario (pero sin la pretenciosidad que pueda desprender este término), nos expone cómo se enfrenta a la responsabilidad de escribir los guiones del héroe más grande de la Tierra y los problemas que ello le causa. Por supuesto, el dibujo de Teddy Kristiansen no se queda atrás y nos muestra una gran variedad de recursos gráficos que hacen aún más grande esta obra. Recomendabilísima.

"Lo de los spoilers" (Yo también me apunto a opinar)

Bueno, opinar no, más bien patalear. Y es que a estas alturas ya es vergonzoso lo que está pasando con algunos blogs. En un afán infantil, ridículo y profundamente idiota por conseguir más visitas y que las cifras del Nedstat suban sin parar (¿pero qué le pasa a la gente? ¿Hay realmente personas que sienten placer por tener más visitas? ¿Podemos considerarlo una enfermedad?), ciertos blogueros se afanan en dar la noticia más impactante o la primicia más inesperada venida de tierras estadounidenses, y claro, contar algo muy gordo que haya ocurrido en alguna de las series que allí se publican (es decir, un spoiler), pues es un notición. Lo más grave es que la desfachatez llega a tales extremos que en Tebelogs hemos podido ver un titular como éste (pongo el enlace por si, a estas alturas, alguien aún no se ha enterado del spoiler. Por cierto, el blog infecto es ComicPeru): pincha aquí si quieres enterarte como el pringao que escribe esto. No, lo grave no son esos puntos suspensivos que no sé a qué vienen ahí, lo peor es que el tío suelta el spoiler ahí tan a gusto en el titular y luego, ya de recochineo, incluye al final de la frase ese “(Spoiler…!!). Os confieso que llevaba intentando evitar enterarme de la noticia desde hace unos días (no es que me fuera la vida en ello, pero los tebeos se leen bastante mejor cuando no sabes qué va a pasar, ¿no?. Por ejemplo, afortunadamente aún no sé quién muere en Identity Crisis) y, bueno, aunque sabía que pasaba algo gordo con este personaje marveliano, había conseguido evitar el destripe. Pues nada, ya lo sé, hala, muchas gracias, lo que podría haber sido una gran sorpresa al leer el tebeo se ha convertido en algo que ya sé que va a ocurrir sin disfrute alguno. En fin…

No quiero llevar gafas

No quiero llevar gafas

Lo de la reducción de tamaño de los tebeos viene ya de lejos (ya sabéis la que se armó cuando aparecieron las primeras Bibliotecas Marvel, o más recientemente, tenemos los formatos digest de series como Batman Adventures o las Marvel Age de Panini), pero no es el caso que voy a comentar. En esta ocasión, me quiero referir a dos novedades de Norma para el Saló cuyo tamaño no me gustado nada. Por un lado está el tomo de Concrete: vale que es tamaño comic-book y que no queda tan mal, pero al releer parte de sus historietas seriadas en Cimoc (en tamaño revista), no he podido evitar apreciar la grandiosidad que adquiere este tipo pétreo al aumentar sus viñetas de tamaño. Por otra parte, el nuevo álbum de Petillón, El Archivo Corso, que además de ser enano, tiene un precio más propio de álbum europeo grandote de toda la vida. Supongo que esta reducción progresiva que vamos viendo en muchos cómics intenta acercarlos a los libros (esas cosas sin dibujos) o  al formato del manga (esas cosas con dibujos que venden mucho), así que tenemos minitebeos para rato.

Transformers: la nueva generación

Transformers: la nueva generación

En otro ejercicio más de nostalgia ochentena, vuelven a nuestro país los tebeos de Transformers, pero no los de toda la vida, aquellos que nos comieron el coco de pequeños, sino una “nueva generación” actualizada y remozada para la ocasión. Se encargan de ello el dibujante Pat Lee y el guionista Chris Sarracini (el orden no es casual, ya os imaginaréis quién lleva aquí el peso de la serie). La verdad es que Lee es un gran dibujante de robots (sí, robots, a mí eso de mechas me sigue sonando raro) y consigue aportar gran espectacularidad en las escenas en que éstos se enfrentan o muestran su grandeza frente a las hormiguitas humanas. En cuanto al guión, pues no podíamos esperar gran cosa, pero reconozco que la historia es entretenida y no me aburrió en ningún momento (quizá la introducción sea demasiado larga, pero en cuanto los Tranformers entran en acción la cosa mejora). No puedo negar los buenos recuerdos que me ha traído ver de nuevo en danza a Optimus Prime, Megatrón, Bumblebee o Grimlock (cuya postura, por cierto, es sorprendente aunque coherente con lo que recordaba del personaje). En definitiva, una recuperación mucho más grata que la de G.I.JOE. Y que no se me olvide destacar la excelente edición de Norma: buen papel, buen artículo introductorio y un precio increíblemente bajo (recordemos que hablamos de Norma). Igualito que Planeta, vamos.

Paseo bloguero por el Saló

Hoy no es día de postear, sino de leer las magníficas crónicas del Saló que se están publicando en los diferentes weblogs. Recomiendo especialmente las de Comix, Tirafrutas y La Cárcel.

Superman (¿Hace falta decir más?)

Superman (¿Hace falta decir más?)

Una vez que las novedades del Saló están colocadas en sus estanterías y preparadas para ser leídas (entre una cosa y otra no he podido empezar hasta hoy), es hora de comentarlas. Por cierto que, antes de hablar del Hombre de Acero, debo al menos mencionar algunas decepciones, como el formato del Concrete de Chadwick con el que me ha sorprendido Norma (me parece demasiado reducido, de hecho hasta cuesta leer los bocadillos), o ese Solo de Planeta con portada transparente (de pena, muchos fanzines están mejor editados). 

Podemos empezar también hablando del formato de la nueva colección de Superman, y no es que me moleste el retorno al papel no satinado (duele más en Batman, donde tanta tinta negra hace que se emborrone todo), pero sí me cabrea, por enésima vez, la no inclusión de artículos. No sé por qué Clark vuelve al Daily Planet (¿se había ido?), no sé por qué Lana tiene un hijo (bueno, sí sé el procedimiento, ejem, pero no la historia) y tampoco sé por qué, en la última historieta, Lois echa de menos a Clark (¿ah, pero se ha ido? ¿O ha vuelto?). Todo esto se hubiera arreglado con un texto explicativo, pero no, no hay manera con Planeta.  

En cuanto al tebeo en sí, me ha gustado bastante en líneas generales. Me ha emocionado ese homenaje que hace Joe Kelly junto a un montón de dibujantes al símbolo, al icono, a la idea que representa Superman. Sí, ése es Superman, un HÉROE con mayúsculas que lucha por la verdad, la justicia y el estilo de vida americano (que es como decir el estilo de vida occidental). También me ha divertido el Superman de Austen, menos ñoño y atontado de lo habitual, y realmente impresionante el dibujo de Ivan Reiss, todo un espectáculo.

Que levante la mano el que no se haya gastado hoy un pastizal en tebeos

No pensaba publicar ningún post hoy, pero no he podido evitarlo. Y es que hoy, nada más salir de trabajar, me he ido a por las novedades del Saló. No he comprado todo lo previsto por un motivo bastante ridículo, el peso (tanto tomo…), pero tranquilos, que ya caerá lo que falta en breve. ¿Y a vosotros qué tal os ha ido el día de compras? 

(Atención al truco del “post participativo” cuando no tengo ganas de escribir más y le paso la patata caliente a los lectores)

Hasta pronto, Peter Parker

Hasta pronto, Peter Parker

Amigo Peter, en estos últimos tiempos te he visto pasar por muchos bretes: aquella especie de vampiro que te perseguía sin descanso, aquel tipejo del pelo blanco con tus mismos poderes que te metió en la cabeza no sé qué teorías totémicas, viajes oníricos con el Dr. Extraño, enemigos venidos desde la misma Asgard… Incluso salieron a la palestra los supuestos descendientes de tu antigua novia, la rubia aquella tan aparentemente remilgada. Pero ya estoy algo cansado, ahora te has ido a vivir con los héroes más poderosos de la Tierra y, bueno, no es que me parezca mala idea, pero como que me da un poco igual, y además, no me convence demasiado lo de ver a la tía May ligando con Jarvis. En fin, Peter, que espero que nos veamos pronto y me sorprendas un poco más que ahora. Bye, bye. (Hablando en plata, tras 50 tomitos, dejo la colección de Spiderman).

La web de Bagge (ahora se descubre...)

La web de Bagge (ahora se descubre...)

Tiene guasa que, a estas alturas, aún no se me hubiera ocurrido nunca visitar la página web de Peter Bagge. Pero bueno, como nunca es tarde si la dicha es buena, pinchad en su nombre y disfrutad de todo lo que este genio del cómic (y otros medios) nos ofrece en su espacio. De aperitivo, una delirante tira del capullo de Studs Kirby.

¡Oh Genio! El hechizo de Shabbar

¡Oh Genio! El hechizo de Shabbar

No sabía que el nuevo álbum de König, ¡Oh Genio! El hechizo de Shabbar era de los de “continuará” (vamos, que tiene dos partes), pero no importa, así dura más el disfrute (esperemos que se publique pronto la continuación). En este álbum, König vuelve a demostrar su maestría como autor completo y consigue arrancarnos la carcajada en multitud de ocasiones, además de ofrecernos sus ya clásicos diálogos a lo Woody Allen. Y es que no hay ningún autor que haya trasladado mejor la influencia del cine al papel (en esta obra hay varios ejemplos: la presentación de los créditos cuando ya ha comenzado el tebeo, ese travelling en el restaurante japonés…). En fin, otra maravilla de nuestro autor alemán favorito.

Yo compro en Elektra

Yo compro en Elektra

A hilo de lo que comentaba recientemente el bueno de Trotty en este post, he decidido hacer una breve defensa de mi tienda de tebeos favorita: Elektra Cómic. Cada vez que sale a colación el nombre de este comercio madrileño, enseguida aparecen los adjetivos “moderno”, “cool”, “fashion”, etc. No acabo de entender el motivo, ya que a mí las dependientas y los dependientes de Elektra me parecen personas perfectamente normales. Pero vamos, si ser “moderno” equivale a ser educado (a mí sí me parece importante que me den los buenos días cuando entro a una tienda), a saber de lo que vende (siempre que he preguntado algo me han sabido responder sin ningún problema) y a no vigilarte como si fueras un delincuente cuando echas un vistazo a los cómics, pues bienvenida sea la modernidad de los dependientes de Elektra. Si a ello le sumamos un espacio luminoso, limpio y amplio y una disposición de las novedades gracias a la que te enteras de todo lo que ha salido en un solo golpe de vista, pues nos da como resultado una de las mejores librerías especializadas de la capital (sin desmerecer muchas otras, claro. Y no, no me llevo comisión ni soy familiar de los dueños de la librería).

Bleach... ¿Bleach?

Bleach... ¿Bleach?

Dicen que Bleach va a ser el bombazo de este Saló… ¿Bleach? ¿Qué es eso? Hasta hace unos días no tenía ni la más mínima idea de lo que podría ser, pero ahora sé que es un manga. Es culpa mía, es cierto. No estoy nada informado sobre esa avalancha de tomitos japoneses que inundan las librerías cada mes, me limito a coger mi ejemplar de 20º Century Boys, echar un vistazo a los mangas de La Cúpula (por si hay alguno de terror interesante) y pasar de largo. Pues bien, ahora me entero de que Bleach va a ser el próximo gran éxito en la estela de Dragonball o Naruto (otro desconocido para mí y cuyo anime no para de recomendarme una amiga), y no sé, me da mala espina. ¿Será otra de esas típicas historias de peleas con algo de humor a las que ya estamos tan acostumbrados? ¿O realmente merecerá la pena? Quién sabe…

Mi primera baja de DC / Planeta

Mi primera baja de DC / Planeta

El número 6 de la serie regular de Wonder Woman ha sido la gota que ha colmado el vaso. Dejo la colección. Me resulta extraño decirlo después de la ilusión con que recibí la noticia de que Planeta publicaría DC y de las ganas que tenía de volver a leer tebeos de esta editorial, pero todo tiene un límite. 

En esta sexta entrega de Wonder Woman concluye el primer arco argumental de la etapa de Greg Rucka, y no podía hacerlo de peor forma. En un absoluto anticlímax, vemos como Diana se enfrenta a Vanessa en la pelea más aburrida y peor dibujada y narrada (Drew Jonson tiene delito) que leído en mucho tiempo. Llevaba dudando de Rucka desde el segundo número de la serie, pero pensaba que con todos esos vaivenes nos quería llevar a algún sitio… Pues no es así, el final del arco es tan poco sorprendente y vulgar como me temía. El cómic lo completan tres historias breves que pretenden homenajear etapas pretéritas de la amazona (la edad de oro, la edad de plata…), pero que se quedan sólo en sosos pastiches sin gracia ni interés alguno. Así que dejo la serie, al menos por ahora, quizá me reenganche cuando empiecen los eventos relacionados con las Crisis, pero ahora mismo no merece la pena.

Animal Man de Jamie Delano

Animal Man de Jamie Delano

Hay que advertir a los que dejaron la nueva edición de Animal Man que está editando Planeta tras la etapa Grant Morrison que se están perdiendo algo muy bueno. Acaba de publicarse el segundo tomo de la etapa de Jaime Delano, que completa el arco argumental “Carne y sangre”, y las sensaciones tras leerlo no pueden ser más positivas.

Delano, tras un comienzo arrollador matando al protagonista de la serie, nos ha llevado a lo largo de estos dos tomos a través de un viaje a la esencia de la vida, de la naturaleza y, en definitiva, del ser humano y sus congéneres animales. De una forma poética, al tiempo que terrorífica en ciertos momentos, y para nada pretenciosa, hemos asistido a lo peor y lo mejor de lo que es capaz el ser humano, a una historia de amor más allá de la muerte y a una crueldad más allá de lo comprensible. Y todo ello acompañado del meritorio dibujo de Steve Pugh (unos guiones como estos no tuvieron que ser fáciles de plantear en viñetas) y de las impresionantes portadas de Brian Bolland. Una de esas ocasiones en las que me doy cuenta de porqué me gustan tanto los cómics.

G.I. JOE Reborn: la nostalgia no es suficiente

G.I. JOE Reborn: la nostalgia no es suficiente

Me compré hace una semana los dos primeros números de la nueva serie de G.I.JOE editada por Recerca, supongo que esperando revivir o recordar una infancia en la que estos idealizados soldaditos norteamericanos tuvieron un papel destacado. Y es que mis amigos de entonces y yo pasamos muchas horas jugando con los muñequitos (ya fuera en casa, en un parque o en la piscina en verano), poco después leyendo los tebeos y, ya sin tanto interés, viendo la serie de dibujos animados. No se me olvidará jamás el día en que mi mejor amigo se encontró en la calle una olvidada bolsa de hipermercado repleta de G.I.Joes, pocas veces le había visto tan contento. Cuando descubrimos los tebeos que editaba Forum, también nos llevamos una alegría. Allí estaban Ojos de Serpiente, Sombra, el Comandante Cupra, el Sargento Slaughter y todos los demás muñecos articulados ahora plasmados en papel y viviendo unas aventuras sencillas pero entretenidas. No es el caso de la actualización de estos héroes que se está publicando. En un afán por darle “seriedad” o un trasfondo realista a la franquicia (como el terrorismo internacional), los guionistas, los conocidos Paul Jenkins (en Cobra Reborn) y John Ney Rieber (en G.I.JOE Reborn), tan sólo consiguen caer en tópicos y aburrir enormemente al lector, olvidando algo esencial: que G.I.JOE ha sido siempre una simple historia de buenos contra malos, sin segundas lecturas, y que sus historietas deberían ser al cómic lo que las películas de Jackie Chan son al cine, acción, disparos, algo de humor y poco más. Porque eso es lo que nos enganchó de pequeños a la franquicia (bueno, eso y los muñecos más articulados y con los trajes más molones de la época, por supuesto).

X-Men 3. Lamentable, aburrida... El horror.

X-Men 3. Lamentable, aburrida... El horror.

Seguro que hay ya multitud de reseñas de X-Men 3 en Tebelogs que aún no he leído (prefiero hacerlo después de dar mi opinión), y probablemente, espero y supongo, coincidirán conmigo: menuda decepción. Seré breve. 

No es que esperara mucho de esta tercera entrega, el cambio de director ya me asustó un poco, pero bueno, dirigir una cinta de acción y darle un buen trasfondo argumental no podía ser tan difícil, más aún teniendo como pauta a seguir las dos partes anteriores. Pues sí que era difícil, sí. En X-Men 3 asistimos a una infumable sucesión de peleas, acciones absurdas y muertes sin ningún tinte dramático, todo ello sin desarrollar mínimamente bien las dos tramas principales (la cura y Fénix Oscura) y con una falta de emoción y tensión alarmantes. La mayoría de personajes están ahí sólo para soltar un par de frases y dar algunos puñetazos (como Coloso), y al final te acaba importando bien poco lo que hagan o dejen de hacer. Me aburrí, eso es lo más grave, me aburrí mucho, tanto que estaba deseando que se acabara la película de una vez (¡que estamos hablando de los X-Men!). Sólo me sacó del sopor la batalla final, bien llevada y muy fiel a todas las que hemos podido leer en viñetas), pero una película no es sólo una suma ingente de efectos especiales, es algo más, ese algo más que le supo dar Singer y que el tal Brett Ratner se carga en sólo una película. Espantosa, de verdad, una de las peores películas que he visto.

Vale, va, venga, cederemos... ¡Felicidades!

Vale, va, venga, cederemos... ¡Felicidades!

Porque yo también tengo mi corazoncito... Aunque si hay que elegir me quedo con la definición de friki que dan aquí.